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viernes, 11 de octubre de 2019

Así debe ser el cielo.

Día 8 - 21 de septiembre 
El cielo debe ser como Tanzania

El día anterior cuando nos habíamos perdido en la isla Lukuba, Sara y yo vimos a lo lejos una comunidad de pescadores, creíamos que estábamos solos en el lugar pero había todo un mundo aconteciendo a  un costado nuestro. Sólo separados por una muralla de rocas dispuestas caprichosamente por algún ser superior que nos reta el entendimiento.

Pedimos a los guías que nos llevaran allí temprano, antes de salir de la isla con el objetivo de conocer un poco más del lugar. El guía que nos acompañó preguntó: están seguros? Son los primeros turistas que me piden eso. Llegamos a una pequeña comunidad de pescadores que me llamaron la atención por dos cosas: la cantidad de basura que tenían a su alrededor y el olor que salía del interior de las chozas. Fue interesante visitar este sitio para estar más en contacto con las personas locales. A pesar de que sentimos que Kenia es más atrasado que Tanzania parece que no es así y esta población era claro reflejo de ello. 

Rápidamente regresamos a nuestro paraíso,  que parecía un mundo paralelo tan cercano y tan distante a la vez de la vida de este pueblo de pescadores. Nos separaban unos 500 metros de distancia pero una inmensidad en cuanto a costumbres y calidad de vida. Ante el desayuno abundante y delicioso del hotel creo que todos nos quedamos con la sensación de que en momentos así las brechas sociales parece que dolieran.

Nos fuimos del Lago Victoria tristes por no podernos bañar en el, porque aunque tenían arena blanca, olas y un azul profundo, sus aguas están contaminadas; y al mismo tiempo maravillados porque aunque no estuvimos cerca del lugar exacto, es en este lago donde nace el rio Nilo. 

Unas dos horas después llegamos al parque nacional del Serengeti, uno de los orgullos de Tanzania y de todo África, recorrimos una pequeñísima sección de sus 14600 km2 pero ese poquito nos bastó para ver su inmensidad y una cantidad variadísima de animales incluyendo a muchos Leones, Aves, Jirafas, Hipopótamos, Elefantes, Cebras, Impalas, Ciervos, Topins, Búhos,Dicdic, Alces y Gacelas entre muchos otros. En una sola tarde vimos tantos Leones que nos quedó claro que estábamos en su reino. 

Mas tarde llegamos a nuestro hospedaje que esta vez era un campamento situado en la mitad del Serengeti y conformado por varias carpas que tienen las mismas capacidades y características de un cuarto de hotel. Es súper diferente quedarse en un lugar así. Sentimos como
el viento y la lluvia mueven estas estructuras a su antojo, incluida la principal, donde antes de irnos a duchar bajo el método militar (una bolsa de agua de 20 litros) cenamos. Comimos en  la mitad de la sabana africana no sin antes imaginarnos que el paraíso debe ser un lugar muy parecido al Serengueti por su inmensidad, libertad, paz y belleza. 

Día 9 - 22 de septiembre 
Flipando!!

Podrá sonar monótono o repetido volver a mencionar que salimos a buscar animales en el Serengeti, pero les aseguro que la emoción y entusiasmo permanecen intactos. Cada que nos encontramos con un León, Leopardo, Chita, Jirafa o familia de Elefantes la emoción es la misma y buscamos el mejor ángulo o pose para la foto.

El día empezó bastante lento, sin animales por ningún lado, el plan era ver Chitas y Rinocerontes, los más escasos pero los que nos hacían falta. De un momento a otro empezaron a aparecer los animales por doquier, Leones sobre todo, imponentes y hermosos como los reyes que son. El asunto es que aparecen tan súbitamente y tan cerca que el temor se manifiesta mezclado con el asombro y la incredulidad de tener un ser tan imponente tan próximo a uno mismo. 

Apareció un leopardo que pasó muy cerca de nosotros con sus manchas espectaculares y más tarde una chita, muy parecida al leopardo pero con un cuerpo muy estilizado. Cuando la mirábamos acercarse a nuestro carro fueron poco a poco apareciendo mas carros de safari y llegaron tantos que casi perdimos la cuenta, no podemos negar que esto le resta emoción a la escena. Por eso Leo no tiene radio y se aleja de los tumultos. Sin embargo en un de esas curvas del camino alguien le dijo que en un lugar remoto había una Rinoceronte con su cría. Casi 45 minutos después llegamos a una explanada donde al fondo, diminuto se veía el animal que está en grave peligro de extinción, en Tanzania solo quedan 163, es muy triste que maten a este animal tan lindo solo por quitarle su cuerno que, para los algunos funciona como afrodisíaco.

Completábamos así los Big Five, es decir los 5 animales que son más difíciles de cazar. Si bien nosotros ya lo vimos en Nairobi y el de hoy fue desde bastante lejos seguiremos en sus búsqueda. 

Mientras vamos buscando animales hemos tenido mucho tiempo para compartir con nuestros amigos españoles y comparar nuestras costumbres, que aún entre ellos (madrileños y catalanes) son diferentes. Lo que si es claro y todos sentimos por igual es que todos flipamos con este viaje!! 

En algún momento pasamos por entre una manada de búfalos, allí habían unos bastante viejitos. Su manada no los abandona pero las Hienas y los otros felinos los atacan de primeros por su fragilidad. También pasamos cerca a una madriguera de Hienas donde habían dos mamás cuidando a todos los bebés del grupo. Se ven tan lindas, pero su adultez es realmente desagradable, tanto así que incluso Aristóteles llegó a referirse a ellas en términos poco afectuosos. 

Más animales, comida, conversación y carreteras... así pasan nuestros días. Ojalá esto no se acabe y podamos seguir disfrutando de la experiencia más diferente de nuestras vidas. Ojalá todos puedan ver en algún momento esta dimensión y fortalecer su compromiso de cuidar y recuperar a la pachamama. 

























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