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domingo, 15 de septiembre de 2019

KARIBU NAIROBI

Día 1 - 14 de septiembre 
Karibu NAIROBI 

No puedo decir que llegar a Kenia me generó un gran impacto, este viaje tantas veces planeado y deseado, no me supuso un shock cultural o una sorpresa mayúscula. Las fuertes raíces africanas de Colombia hacen que me sienta muy familiarizado con la población afro y con un paisaje ecuatorial pintado de sonrisas amplias, de pieles firmes, rasgos fuertes y cuerpos que parecen tallados en la más fina madera. Para resumir en términos más simples me siento caminando por el centro de Cali, Medellín o Salvador Bahía... Lamentablemente nunca he estado en Buenaventura o Quibdó pero estoy seguro que debe ser igualito a Nairobi. Esto pues confirma mi teoría de que al final de cuentas todos somos iguales. 

De Kenia sé muy poco y espero en estos días aquí aprender mucho más, es un país de más o menos la mitad del tamaño de Colombia, con una población muy similar, 50 millones, con 41 provincias y con un vecino muy problemático (Somalia) que genera un flujo migratorio incontrolable. (Cualquier parecido con nuestra realidad es mera coincidencia) también nos parecemos en que hemos tenido largas guerras internas, nos gusta el fútbol y nuestra economía es muy dependiente del café. No nos parecemos en que Kenia fue colonia británica, de ahí que manejen del otro lado y en que solo han tenido 4 presidentes (menos que Ecuador en un año) desde su independencia en 1963. Kenia tiene una de las economías mas desarrolladas de África Oriental y China les está ayudando a modernizar su infraestructura. Tienen un alfabetismo del 85% y la equidad de género y el cuidado por los animales son prioridad, algo muy diferente al resto de sus vecinos africanos. Aunque se ve mucha basura en algunos lugares las bolsas plásticas están 100% prohibidas y los perros en los aeropuertos están entrenados para detectar el marfil, justo hoy la noticia en los diarios es la detención de una turista española que llevaba una pulsera de este material. 

En los últimos tiempos Kenia ha sufrido varios atentados de parte de extremistas islámicos somalíes por ser considerado un aliado de EEUU en la región,  lo que ha hecho que el otrora creciente turismo haya descendido,  y que tengan excesivas medidas de seguridad por todo lado. 

Por ser blanco aquí solo hago parte del 2% de la población y puedo asegurar que en las tres horas que caminamos por el centro de Nairobi, tratando de luchar contra el Jet Lag, solo vi a un señor blanquito como yo. 

Nos encontramos con Jenga nuestro guía (si como el juego) en el centro y la consigna era “llévenos a donde no van los turistas” se lo tomó bastante a pecho porque en varios momentos me sentí muy inseguro e incluso en una cantina un borrachín de sábado me quería como acompañante obligado en su mesa... me agarró fuerte del brazo izquierdo... yo con una maniobra improvisada logré liberarme y acelerando el paso me alejé por  una calle estrecha llena de estancos y de niños borrachos que ratificaron aquello de que el alcoholismo infantil es un problema de salud pública. Sin embargo tomar y vender licor en las calles es 100% legal. 

Jenga asegura que Obama nació aquí, que su padre era un borracho conocido que murió en medio de una rasca monumental y que sus hermanos aún se pasean por los bares locales, en fin como sea, Obama es un motivo de orgullo para Kenia al igual que los maratonistas que ganan todas las carreras y no tanto como Chris Froome que se cambió su nacionalidad keniana por la inglesa en 1998,  privando a este país de tener al mejor ciclista de la actualidad. 

Aún estoy recién llegado a Nairobi pero de hoy me quedan sus letreros brillantes, haber visitado por primera vez una mezquita (aunque el 80% de la población es cristiana) las cicatrices vivas de los atentados recientes, la amabilidad y simpatía de la gente y su casi nulo conocimiento sobre un país llamado Colombia, tanto así que Shakira,  muy famosa por su Waka Waka, es considerada argentina. 

Día 2 - Domingo 15 de septiembre. 
Jambo 40’s 

Por mucho tiempo pensé como pasaría mi cumpleaños número 40. Hoy amanecí muy muy muy temprano en un hotel de Nairobi con la ilusión de ver y acariciar muchos animales y re conectarme con la naturaleza y lo básico de la vida! Que mejor manera de conmemorar otra vuelta al sol y de celebrar mi nuevo ciclo solar!!!!

Desde la llegada a casa de mis gatos hace casi 7 años he experimentado un cambio muy profundo en mi consciencia y en mi manera de ver mi entorno, hoy quería hacer un homenaje a Kenzo mi gato, que falleció hace dos años y a través de este viaje agradecerle por haber sido un catalizador de mis emociones, un polo a tierra y haberme dado nuevos ojos. 

Así pues, a las 6 am, ya iba camino al Parque Nacional Nairobi, una reserva a las afueras de la ciudad. Iba con mucha ilusión pero con la clara advertencia de que podía ser que en las 4 horas de recorrido solo viéramos aves y uno que otro pequeño roedor. Las esperanzas empezaron a desvanecerse no más al llegar al ver una enorme fila de turistas anotados en nuestro mismo plan pero armados con cámaras con lentes teleobjetivos que incluso tenían hasta sus propios almohadones para evitar impactos o movimientos bruscos. Esto es como Disney pensé. De un momento a otro el joven e imprudente conductor mutó en guía, empezó a sonreír y transformó nuestra van destartalada en un vehículo de safari, abriendo el techo para facilitar la observación. Nuestros compañeros de recorrido eran dos médicos argentinos, que vinieron a una capacitación sobre mortalidad infantil, patrocinada por Bill Gates, dos gringos que vinieron a entrenarse para correr maratones con la tribu que gana todas las competencias mundiales y una pareja: él búlgaro, a quien le sorprendió mi conocimiento del país, gracias a mi amiga Radka; y ella holandesa. 

El antes chofer ahora guía, cambió su cara de enfado por una sonrisa permanente y en una demostración de habilidad nos dejó sorprendidos porque en menos de dos horas logramos ver una familia de rinocerontes, leones desde una distancia jamás pensada, búfalos, ñus, impalas, jabalíes, cocodrilos, jirafas, cebras y hasta un pequeño tipo de zorrito africano. La habilidad del guía era tal que luego de que tomábamos mil fotos avisaba por radio a sus colegas la ubicación de las manadas y cuando nosotros nos íbamos recién empezaban a llegar los demás vehículos! Creo que la experiencia del parque nacional de nairobi no se puede calificar como 100% salvaje...  esas experiencias vendrán en los próximos días. Sin embargo la emoción de ver la naturaleza en esta dimensión es muy poderosa y la satisfacción enorme. 

Salimos del parque a eso de las 9:30 de la mañana ya cansados por esa lucha pasivo agresiva y cortés por buscar el espacio óptimo en el carro para ver mejor y tomar la imagen perfecta... nuestros compañeros hicieron tantas fotos que siempre me quedará la duda de si tendrán tiempo de revisarlas y escoger la mejor, o se quedarán permanentemente archivadas en una tarjeta de memoria. 

La única vez que nos bajamos del carro dentro del parque fue para ver el lugar donde se queman las incautaciones de marfil. Hasta el momento se han quemado cerca de 29 toneladas provenientes del tráfico ilegal. Las cifras son alarmantes... de una población histórica de casi 200.000 elefantes, en 1989 quedaban solo 18.000 en Kenia y desde ese año que se iniciaron las campañas de conservación hoy la cifra llega a 35.000.  Pasarán muchos años para recuperar el desastre que hemos causado. 

Del parque nos dirigimos hacia el orfanato de elefantes, donde después de un larga fila bajo un sol calcinante conocimos a 7 bebes huérfanos víctimas de la caza, de la muerte natural de sus madres o del conflicto territorial entre humanos y elefantes. No se nos olvide que la población en Kenia ha pasado de 40 a 50 millones de personas en menos de 10 años, lo que hace que cada vez el espacio disponible sea menor y los enfrentamientos más brutales. Ver a estos bebes jugar e interactuar entre ellos es reconfortante y pensar en que después de un largo proceso de reintegración regresarán a su hábitat nos devuelve un poco la esperanza. 

El ahora sonriente guía nos pidió salir rápido del orfanato de elefantes para visitar el centro de jirafas antes de que llegara la horda de turistas, que buena idea!! Las Jirafas resultaron comelonas, coquetas y muy cercanas. Una experiencia inolvidable que me llenó el corazón de gozo y que me hizo recordar a mi amiga Yady amante furibunda de este encantador animal. 

Almorzamos en un restaurante típico acompañados por un grupo de jóvenes contorsionistas que nos dejaron sorprendidos por su fuerza y destreza. La comida en términos generales es muy parecida a la comida de la india, pollo picante, arroz y verduras, esto acompañado de una fuerte cerveza local hicieron que esta parte de mi cumpleaños estuviera por encima de cualquier expectativa y lo elevaron a la categoría de inolvidable! 

Para cerrar el día una siesta reconfortante, flores en el cuarto,  una lluvia de mensajes cargados de amor, pasta carbonara para el alma y la ilusión de seguir transitando este camino por la vida con la misma alegría, optimismo y compañía de los últimos 40 años. 











2 comentarios:

  1. Bello!!! Me encanta tu recorrido. Me recuerda el mío con mi amado. Y mis jirafas 💕🦒
    Disfruta mucho y ten cuidado con sus calles y su gente. Es muy amable y muy fuerte por todo lo que han vivido.

    furaha Kuzaliwa rafiki.

    Yadyra

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  2. Me llevaste de viaje con tu relato, que gran aventura!!

    Te dejo un fuerte abrazo!

    Rosario también ama las jirafas!

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