Hoy amanecimos en Portomarín, un pueblo que tiene una historia bien particular; y es que aunque es un pueblo milenario, su ubicación actual es de 1963, ya que su emplazamiento original fue inundado por el embalse de Belesar. Algo similar a lo que ha pasado en muchos lugares del mundo, como en el Peñol en Colombia. Sin embargo lo que hace esta historia diferente es que los lugareños decidieron desmontar los lugares más emblemáticos del pueblo y reconstruirlos piedra a piedra en el nuevo lugar, y es así como movieron iglesias, puentes y hasta escalinatas que datan de varios siglos de antigüedad. Por lo tanto este es un pueblo muy nuevo con monumentos milenarios. Hermoso contraste.
Hoy teníamos 25 kms por delante que resultaron ser 26,7 kms de acuerdo al contador de pasos del celular. No sé si es intencional pero el inicio de cada etapa de este camino francés es una enorme cuesta que nos deja sin aire. Lo que no sabíamos es que la cuesta de hoy se extendió durante casi toda la etapa. Por lo que este texto lo escribo muy muy cansado y adolorido pero con una enorme satisfacción. Los bastones que compramos ayer libraron su valor a los cinco minutos de haber iniciado la jornada de hoy! Fueron una salvada!
El recorrido de hoy fue mas urbano y menos rural que el de ayer. Durante los casi 40.000 pasos que dimos hoy estuvimos siempre serpenteando al rededor de las vías principales de la zona. Sin embargo pudimos ver dos cosas nuevas, niños peregrinos y peregrinos a caballo, algo que nos pareció realmente especial. Hoy también vimos muchos más ciclistas, ellos tienen que recorrer al menos 200 kms para obtener la compostela o certificado de realización del camino.
Ya nos vamos familiarizando con algunos peregrinos que van con nosotros durante el día: las señoras cincuentonas que paran a tomar cerveza en cada bar y que anoche bailaban en el centro del pueblo. Las señoras mayores que caminan como robots y que siempre nos sobre-pasan dejándonos un poco apenados ya que nos cogen mucha ventaja. La familia colombiana que siempre va riéndose. Los amigos italianos que salieron de Milán desde el 2 de abril y que caminan plácidamente. El grupo de amigos españoles que llevan música y que claramente están haciendo este plan en son de paseo… ahhh son los mejores amigos de las cincuentonas. Un grupo de señores muy mayores creo yo provenientes de algún país escandinavo, que mantienen su paso firme siempre. Y una familia que está haciendo este camino con un labrador y un pastor alemán que van en zig zag saludando a los demás peregrinos, oliendo todo y marcando territorio, un verdadero reto para sus dueños.
Hoy tuve un momento de desespero debido al cansancio extremo, no pensé en claudicar pero si hice un enorme esfuerzo. Paramos, respiramos, tomamos agua, comí una barra energética, me quité los zapatos y descansé; pero fue Julio con su enorme paciencia, fe y optimismo quien que me ayudó a seguir (como siempre).
Y así vamos a nuestro ritmo, pensando en nuestras cosas, reflexionando sobre la vida, a veces en silencio, a veces cantando, hablando, tomando fotos o como un grupo de peregrinos gringos orando por la paz del mundo.
Todos tenemos intenciones diferentes y todos llevamos en nuestra mochila nuestros anhelos y los de las personas que queremos, ofreciendo en nuestro caso, cada paso por el bienestar de todos nuestro seres queridos y agradeciendo por todo lo que tenemos y nos ha tocado vivir.
Mañana nos espera la jornada más larga.
¡BUEN CAMINO!
Francisco.
Pd. Ampollas 2 - Pacho 0 :(
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